MATERNIDAD Y RESILIENCIA

Historias de Fortaleza y Salud

Hola, soy mamá de Nicolás y Daniel. Me he animado a abrir este espacio despues de mucho tiempo para compartires mi experiencia con la diabetes y que se sientan acompañadas en este momento. Algunas ya tendrán el diagnóstico de Diabetes Gestacional, otras estarán por ello y si eres de las que se ocupa, te felicito. A mi me cambió la vida como nunca pensé, ya solo con la noticia de mi embarazo pensé que tenia suficiente y no. Todo pasa, relájate, no te preocupes, no es grave, era lo que más escuchaba a mi alrededor, sin entender lo que supone emocionalmente debía sentir y médicamente lo que podría pasar, una noticia como esta, siendo primeriza, fuera de tu país, con otro idioma pues no es de lo mejorcito. Todo era desconocido y cada día era diferente. Además descubrí que el “estado de embarazo” no era lo mío, tuve malestares, náuseas y vomitos por 30 semanas!! Auxilio! (Jajaja) Ahora me río de aquellas épocas y hasta las añoro cada tanto. Recibí la noticia digamos no de la mejor manera, saliendo de comerme una gran hamburguesa, celebrando mi primer día sin síntomas y dispuesta a disfrutar de la maravillosa etapa final, siendo honesta me desbarató y movió de mi centro. No entendía nada, pensaba que había sido una confusión de diagnóstico. Regrese a confirmar el resultado 2 veces más para convencerme que era yo y si dos veces más seguía siendo yo. Asi empecé por este viaje sin retorno...

RECHAZO

Como la mayoría de personas muchas veces cuando nos encontramos frente a una situación de desafío, problema o situaciones difíciles en general, en automático nos victimizamos con el famoso “por qué a mi”? Y si, yo también fui parte de esa mayoría. Sentia injusticia antes que nada, en la medida que lo pensaba me daba más rabia porque no tenía una respuesta y sobretodo cuando no entras en el cuadro de factor de riesgo y llevas una vida saludable en general, recibes aún peor la noticia. Sentía que el esfuerzo de casi toda una vida por cuidarme físicamente con buena alimentación y ejercitándome cada día me tenia excenta de todo mal y muy lejos de tener un embarazo con malestares y menos con DG.

DEPRESIÓN

Desolada y enojada conmigo misma y a punto de soltar lo que me había costado tanto, cuidarme y procurarme; pensaba, para que tanto; cuidado si al final no disfruto de “el embarazo” y además estoy “enferma”. Madre santa era una embarazada incomprendida y a mil con sus hormonas.

ACEPTACIÓN

Y así con toda la tristeza y coraje, tenía que empezar el régimen más fuerte y extremo para bajar semejantes niveles de glucosa que circulaban por mi cuerpo. Otra vez el increíble equipo médico que me acompañaba me exigian mandarles un control cada 48hrs con 5 resultados al día, me sentía agobiada, en un cierto punto con todo lo que tenía que hacer, además de los malestares del embarazo era una lucha interna la que tenía para controlar la situación y que mi bebé no se viera afectado. Tenía miedo, mucho, realmente era eso.

CASUALIDAD O DESTINO

En mis años de juventud, aún sin hijos mi primer trabajo fue en un laboratorio médico muy importante. Fui asignada al aérea de Diabetes Care, casualidad cierto? Ahí pase los mejores años laborales y obvio me vi obligada a estudiar y conocer todo acerca de este mundo y enfermedad silenciosa. Trabaje de la mano con mucha gente que tenía diabetes, de todas las edades. Le termine agarrando cariño. Fue la antesala de mi vida aquellos años. Asi que tenía que tomar cartas sobre el asunto, porque el tiempo vuela y era hora de aplicar todo lo aprendido y ser mi propia maestra y mi ejemplo a seguir. Todas esas cátedras dadas, todos esos ánimos, esos estudios y horas dedicadas, eran el momento de aplicármelos a mi misma..

LECCIÓN DE VIDA

Finalmente nació Nicolás, mi primer hijo, rompí fuente a las 35 semanas, pesando apenas 2kgs, nació fuerte y aferrado, luchó como nunca vi a nadie, cada día en cuidados intensivos me enseñaba lo que era resistir y me dio una lección de vida que nunca olvidaría, me animó a no rendirme nunca, pese la circunstancia que sea. Porque más tarde vendría a mi otra prueba....🌸

SOBREVIVIENDO CON AR

Hace algunos años, a unos meses del nacimiento de mi segundo hijo, fui diagnosticada con una enfermedad crónica, autoimmune, Artritis reumatoide, nada más y nada menos.
Es una enfermedad que básicamente consiste en la inflamación de articulaciones. El sistema inmunológico ataca el tejido bueno por equivocación y a mi me atacó de una manera agresiva. La noticia fue increible y poco a poco fue devastadora y muy difícil de aceptar ya que soy una persona activa, de peso normal, joven, con buenos hábitos en general y sin antecedentes familiares. La noticia me dejó en estado de shock y a medida que pasaban los días era peor.
Llegó a mi vida el peor diagnóstico en el peor momento, recuerdo solo quería que desapareciese ese dolor que me rompia el cuerpo cada 24 hrs. Pase meses entre entre médicos y especialistas antes del diagnóstico final y mientras tanto en casa me esperaban Nico (1.5 años) y Dani (3 meses).

Me preguntaba, una y otra vez, como iba a poder salir adelante con la maternidad, como podría sobrevivir con tanto dolor. Eran ellos o yo. Todo me resultaba injusto o un mal sueño.

Todos los médicos sugerían en iniciar tratamientos, en su gran mayoría fuertes y con serios efectos secundarios; para los que tienen AR sabrán a lo que me refiero.
Llegué a una condición muy crítica y sólo estaba en mi la decisión pero para eso tenía que renunciar a lo que yo más quería y a mi plan materno. Debia cortar abruptamente la lactancia, algo que nunca estuvo en cuestión ni posibilidades y tampoco estaba en mi plan de vida, ni me veía sometida a medicamentos el resto de mi vida.

Aún sin querer aceptar este destino me di a la tarea de buscar e investigar sobre medicinas alternativas y empecé un estilo de alimentación más puro u orgánico, enfocado hacia los vegetales y los beneficios que ellos nos aportan. El tema del azúcar añadido ya lo tenía en práctica desde un par de años atrás. Sorprendentemente en la cocina encontré un gran alivio, haciendo combinaciones fui notando una mejoría en mis articulaciones, aun no podía dejar los medicamentos pero si pude reducir las dosis. Los dolores se redujeron y la rigidez matutina duraba menos. Entiendo que no todos los diagnósticos son iguales ni que todo se resuelve a través de la comida.

Esto empezó hace mas de 3 años y desde entonces sigo este estilo de alimentación. No es magia pero tampoco es mentira el poder curativo que tiene la alimentación. Se que comer de esta manera no siempre es fácil y a veces puede ser un poco incómodo sobretodo cuando se trata de convivencia social, ya que puede resultar algo exhaustivo para quien lo hace.
Por eso ahora disfruto de mi alimentación cuando puedo y cuando me toca salir no paso un mal momento diciendo: oh no puedo. Nuestro cuerpo esta diseñado para manejar a la perfección esa comida “no saludable”.

Trato de evitar la comida procesada al maximo, esa es la única regla que trato de conservar siempre y procuro tener como primera opción un menú sin tanta manipulación de los alimentos.

Espero muy pronto poder iniciar en la licenciatura en nutrición. Asi como coach en hábitos saludables.

Ojalá disfrutes de mis recetas tanto como yo y te pueda inspirar con este estilo de vida más saludable.

Que tengas un increíble y saludable día!

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